El folato es un miembro de las vitaminas solubles en agua del cuerpo humano y sustenta muchas actividades diarias normales (p. ej., ejercicio, sueño y memoria). Estudios relevantes han indicado que la deficiencia de folato está sustancialmente asociada con la apnea obstructiva del sueño en las mujeres. Además, la deficiencia de folato puede desempeñar un papel en la aparición de trastornos del movimiento relacionados con el sueño en mujeres embarazadas. Además, la suplementación con folato suprime la disfunción de los telómeros inducida por la falta de sueño y el fenotipo secretor asociado a la senescencia (SASP). Una forma común de folato utilizada en fortificaciones y suplementos es el folato sintético, el ácido fólico. Pero a diferencia del ácido fólico (que es una forma sintética de folato), el magnafolato es una de las formas de folato que se encuentran naturalmente en los alimentos.  El magnafolato puede cruzar la barrera hematoencefálica utilizando el portador de folato reducido (RFC) y participar en la biosíntesis de neurotransmisores. Se sabe que los neurotransmisores participan en la regulación del sueño en los mamíferos. Varios sistemas de neurotransmisores participan en la regulación del ciclo sueño-vigilia. El magnafolato, la forma biológicamente activa del folato, regula la formación de tetrahidrobiopterina (BH4), que participa en la síntesis de los neurotransmisores serotonina, dopamina y norepinefrina. El magnafolato puede mejorar el insomnio y el estado del ritmo del sueño, y estos efectos están relacionados con la regulación de los neurotransmisores. Además, según nuestros hallazgos, observamos una marcada respuesta terapéutica en un modelo animal con mejor rendimiento del sueño.  Según los estados de investigación actuales, la aplicación de magnafolato para mejorar el estado del sueño tiene perspectivas brillantes.