Un estudio de cohorte realizado en 2017 evaluó la relación entre la duración de la suplementación con ácido fólico durante el embarazo y la incidencia de depresión posparto (DPP). Entre 1592 participantes, la depresión se evaluó entre 6 y 12 semanas después del nacimiento. Las personas que tomaron ácido fólico durante más de seis meses tuvieron una menor prevalencia de PPD que aquellas que tomaron ácido fólico durante menos de seis meses.
Además, una revisión sistemática y un metanálisis de 2018 evaluaron el uso de ácido fólico en el tratamiento de la depresión mayor. Los investigadores encontraron que el tratamiento con 5 mg omenos ácido fólicoo 15 mg de ácido metil fólico por día en combinación con un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS) fueron significativamente beneficiosos en comparación con el placebo.
Por otro lado, otros estudios no han encontrado ningún beneficio. FPor ejemplo, un estudio longitudinal realizado en 2015 evaluó el impacto del ácido fólico y otras vitaminas B en el riesgo de depresión.
Los participantes sin depresión al inicio del estudio fueron evaluados durante tres años. Aunque la B6 y la B12 se asociaron con una menor incidencia de depresión, no se asociaron con el ácido fólico.

Pero el ácido fólico necesita ser convertido muchas veces antes de que el cuerpo pueda absorberlo.
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